Imagina que decides hacer una excursión por el bosque con tu familia, y en un momento dado, cuando paráis a beber algo de agua, os encontráis con una casa enorme, abandonada y medio en ruinas. La mayoría de gente la observaría con curiosidad, pero poco más, ¿qué puede hacerse con una casa que apenas puede tenderse en pie? Este reto, sin embargo, es el que decidieron llevar a cabo una pareja de arquitectos de Bélgica, Bram Seghers y Inge Buyse de Buyse Seghers Arquitectes . Enamorados de esa casa preciosa del siglo 17, decidieron restaurarla para poder vivir en ella con sus dos hijos.
Estos dos arquitectos son conocidos por su sensibilidad con la luz y el espacio, algo que podremos ver de forma plástica en las fotografías. Cuando empezaron a diseñar los planos, también decidieron que no querían perder la personalidad de la casa, por lo que respectaron su estructura. También decidieron no usar grandes contrastes entre lo antiguo y lo moderno, por lo que nos encontramos frente a un diseño limpio, coherente, abierto y moderno dentro de su propia personalidad.
Al tratarse de una casa tan grandes, decidieron colocar dos entradas independientes, generando un espacio en el que pudiera convivir con el resto de su familia. De esa forma, sus padres ocupan parte de la casa, y su hermano, el estudio de la parte superior en Pascuas y Navidad. Poder convivir con la familia sin atosigarse, es el deseo de muchos, y eso es lo que ellos han conseguido con el diseño de esta casa de cuento de hadas.
Os dejamos con las fotografías de Federik Vercruysse que hemos encontrado en la página web de Remodelista, unas fotografías tan bellas que por ellas solas generan pequeñas obras de arte, consiguiendo que conozcas el verdadero espíritu de esta casa de bélgica mágica y bella.
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