Vivimos tiempos muy excepcionales en los que la lucha contra el coronavirus se ha instalado en todas las facetas de nuestro día a día. Se han tomado medidas sanitarias como las de portar mascarillas protectoras en el rostro, guardar una distancia de seguridad o lavarnos las manos con un dispensador de gel antibacterial.
En todas las casas, comercios, locales públicos y residencias podemos encontrar instalados en sus accesos un dispensador de gel automático para combatir el covid19. Tener las manos bien limpias es una de las recomendaciones de la OMS (Organización Mundial de la Salud) y la CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades), que apuestan por un dispensador de gel homologado por las instituciones públicas.
¿Cuál es el dispensador de gel antibacterial ideal para estos tiempos de coronavirus?
Un dispensador de gel debe cumplir una serie de funciones básicas: antisepsia de manos, acción fungicida, tratamiento bactericida y acción virucida.
Los expertos sanitarios recomiendan que sea un dispensador de gel antibacterial que no tengamos que realizar un contacto para activarlo, es decir, un disificador gel * con sensor de movimiento. A través de un sensor óptico o láser este capta el movimiento y aporta al usuario una dosis suficiente de gel para lavarse las manos. Si se desea más de una dosis por algún motivo (tener las manos muy sucias anteriormente) o con mucho sudor, basta con pasar la mano en una segunda ocasión debajo del dispositivo.
Este dispensador de gel debe ser instalados en la pared con algún tipo de soporte, y dota a los establecimientos de una sensación de seguridad e higiene clave para consolidar la clientela. Hoy en día disponer de un gel antibacterial es una obligación marcada por la ley si llevamos a cabo una actividad de cara al público.
A la hora de pensar en un dispensador para Covid-19 debemos analizar también cuántas personas acuden a nuestro establecimiento u oficina. Si el flujo de clientes-usuarios es continuo a lo largo del día, será conveniente contar con un dispensador de gel recargable de al menos 500ml, que podamos ir recargando cada pocas horas. Si, por el contrario, contamos con un ir y venir moderado de personas, nos bastará con un dispensador de gel antibacterial de unos 250 ml.
Tipos de dispensador de gel antibacterial
Hay tres tipos de dispensador de gel en el mercado: el que funciona gracias a una batería de litio recargable, el que marcha gracias a unas simples pilas y el que va siempre unido a la red eléctrica. Cualquiera de ellos puede cumplir el objetivo de dispensar gel de manera eficiente, pero es cierto que lo mejor es pensar en el largo plazo y en un dispensador para Coronavirus que sea resistente al tiempo y al uso.
Otra de las variables a tener en cuenta es el método de dispensación. Hay dispensadores que expulsan un chorro disperso (simulando la lluvia) del gel antibacterial, otros que simplemente dejan caer el gel a modo de «pegote» e incluso hay algunos cuyo goteo es paulatino y suave. Los usuarios suelen preferir el estilo lluvia, pero en cualquier caso es más una cuestión de gustos que de otra cosa. Todos valen para lavarnos las manos y desinfectarlas bien.
En algunas empresas internacionales de gran importancia y lugares públicos de gran flujo de personas han optado por un dispensador para el Coronavirus a pedal. ¿Cómo funciona este otro estilo de dispensador de gel hidroalcohólico? Es muy simple, es un diseño a modo de bloque, normalmente construido en hierro o aluminio, que tiene un pedal oculto en un habitáculo ubicado en la parte inferior. Allí introducimos el pie y, pisando un pedal, se acciona automáticamente un mecanismo que nos dispensa gel en las manos por la parte superior. Es un modelo más «mecánico» e intuitivo que cuenta con un eficiente sistema antirrobo. Soporta a su vez, un uso intenso del mismo.
Uso del dispensador de gel antibacterial
El uso de un dispensador para Covid-19 es una forma de hacer más seguras las visitas a nuestro establecimiento, edificio o lugar de trabajo. Se trata de implementar rutinas sanitarias que nos ayuden a combatir este terrible virus y podamos volver a una vida normalizada con libertad comercial y de movimientos.
Las manos son, posiblemente, las principales vías de contacto y contagio del Covid-19. Establecer unas normas de higiene que nos aíslen del virus, eviten su propagación y elimine las bacterias se ha convertido en una obligación. Por ejemplo, es recomendable conocer cómo debemos limpiarnos las manos; hacer hincapié en las uñas y los dedos. Otra rutina recomendable es hidratarnos las manos con jabón o cremas específicas al llegar a nuestra casa para darles varias horas de normalidad a nuestra piel. El uso excesivo del gel antibacteriano puede crear sequedad e incluso molestas irritaciones.
Nos debemos lavar las manos tras haber estornudado, tosido, sonado con la nariz o al haber tenido contacto con una persona que ha estornudado o tosido. También tras usar un baño, tras haber pasado por algún establecimiento público o haber tocado superficies sucias. Por eso conviene colocar un dispensador de gel antibacterial en lugares estratégicos que vayan acompañados de toallitas de un solo uso.
Para elegir bien el tipo de dispensador de gel recargable que necesitamos lo más recomendable es contar, en primer lugar, con el asesoramiento de un experto sanitario y, más tarde, con una persona capaz de instalarlo según las consignas del primero. La demanda de estos productos sigue creciendo al ritmo que las empresas y lugares públicos se van adaptando a la nueva normalidad. Las rutinas sanitarias forman ya parte de nuestra nueva vida y son más necesarias que nunca.


