Las alfombras son un elemento de decoración imprescindible en el hogar, las cuales cumplen un papel tanto estético como funcional. Aportan calidez a los espacios y se adaptan con precisión a todos los estilos decorativos. Además, en determinadas estancias como el salón, ayudan a delimitar espacios, por ejemplo separando la zona del comedor de la de la televisión. A todo esto hay que sumar que protegen el suelo de los golpes y los roces.
Por supuesto, no podemos olvidar el gran aislamiento acústico y térmico que ofrecen las alfombras. Durante el proceso de decisión de compra, uno de los factores que más debemos tener en cuenta es el del material. En la actualidad, las alfombras de vinilo para el salón, y lo cierto es que son una opción fantástica.
Al contrario de la creencia popular, estas alfombras no tienen adhesivo y, por lo tanto, no se pegan al suelo. Su nombre se debe al material plástico con el que están fabricadas. Se instalan del mismo modo que cualquier alfombra, de forma que simplemente hay que desenrollarlas y colocarlas en el suelo.
Una de las principales ventajas que ofrecen es que, a diferencia de las alfombras tradicionales, no se mueven. Esto es un gran punto a favor para evitar resbalones y caídas, sobre todo si hay niños o personas mayores en casa. Por lo tanto, son una solución muy práctica para el salón.
Tipos de alfombras vinílicas
Existen diferentes tipos de alfombras de vinilo.
- Termoselladas: se caracterizan por estar fabricadas con una capa de fibras vinílicas trenzadas termoselladas. La alfombra es una capa compacta única.
- En capas: es un poco más gruesa que la anterior ya que, tal y como su propio nombre indica, tiene una capa de vinilo en fibras trenzadas colocadas sobre una capa de goma o de caucho.
- En plancha: es una lámina de vinilo lisa en única capa, con diseños y estampados variados.
- Polipropileno: esta alfombra está tejida con hilo fino.
¿Cuáles son las ventajas de las alfombras de vinilo?
Las alfombras de vinilo son anti alergénicas, y los modelos actuales cuentan con tratamientos antihongos y antibacterias. Teniendo en cuenta, son perfectas para personas que sufren alergias o asma.
Son unas alfombras perfectas para los 365 días del año, porque disminuyen el impacto del frío en invierno y del calor en verano en el suelo. Protegen el suelo de los arañazos producidos por las sillas o por los juguetes de los niños.
Con las alfombras de vinilo se puede delimitar una zona del salón para que jueguen los más pequeños sin rayar el suelo. Se adhieren a la perfección al suelo, evitando que se resbalen, lo cual es un gran punto a favor.
En lo que respecta a la higiene, las alfombras de vinilo son muy fáciles de limpiar. No es necesario meterlas en la lavadora ni llevarlas a la tintorería. Es suficiente con pasar un paño húmedo o una fregona de vez en cuando para que se mantengan como nuevas durante mucho tiempo.
Son alfombras ignífugas, algo muy importante para garantizar la seguridad en caso de que se produzca un incendio en casa. En cuanto a la durabilidad de este tipo de alfombras, la mayoría son de PVC, un material 100% ecológico, duradero y resistente.
Las alfombras de vinilo para el salón son una de las principales tendencias en el mundo de la decoración en la actualidad, así que en el mercado hay una gran elección de modelos para elegir, tanto lisos como estampados.
En definitiva, las alfombras de vinilo son las mejores para el salón. Son antideslizantes, antibacterianas, hipoalergénicas e ignífugas.