Los deportes acuáticos tienen numerosos beneficios, entre ellos la posibilidad de realizar una actividad física aeróbica sin desgastar nuestras articulaciones. La natación, el buceo, el waterpolo, el nado sincronizado y las prácticas subacuáticas como el submarinismo y la apnea son excelentes para la salud física y mental.
Teniendo esto en cuenta, de tener la posibilidad, lo ideal sería contar con una piscina en casa. Si tienes un amplio jardín podrías disfrutar de los múltiples beneficios que este espacio puede brindar a toda la familia.
Una piscina: sinónimo de relajación y fuerza
Cualquier deporte acuático se considera una actividad aeróbica y suele ser muy recomendable y agradable para cualquier persona, ya que es un entrenamiento adaptado a las necesidades específicas de cada quien que puede contribuir a mejorar la salud.
El ejercicio aeróbico (no tiene que ser de alta competencia) mejora la aptitud cardiovascular y respiratoria, los niveles de glucosa y el control del peso. Los deportes acuáticos en las piscinas como las que fabrica Fluidra forman parte de estos tipos de ejercicios que tienen un bajo impacto en el cuerpo y con frecuencia son un entrenamiento completo.
Lo bueno es que no se requiere mucha experiencia y desde los niños pequeños hasta las personas de la tercera edad pueden practicar una actividad física en el agua con enormes ventajas para la salud física y el relax mental.
Ventajas de hacer actividad física en una piscina
Los deportes acuáticos, en general, ayudan a relajar el cuerpo y mejoran el estado de ánimo. También ayudan al desarrollo físico de la fuerza muscular.
Son ideales para personas que no están acostumbradas a rutinas de entrenamiento extenuantes y que no son atletas de alta competencia. Asimismo, son los grandes aliados de pacientes con enfermedades crónicas que han llevado vidas sedentarias y deben (por salud) introducir rutinas de ejercicios en sus vidas cotidianas.
Los deportes acuáticos se recomiendan para personas con diabetes, hipertensión, ancianos, niños pequeños, para quienes desean comenzar a hacer actividad física tardíamente y para el público en general porque aportan los siguientes beneficios:
Bajo riesgo, grandes beneficios
Uno de los riesgos asociados a todos los deportes en tierra son los golpes y caídas, sobre todo durante el aprendizaje y los entrenamientos.
Con los deportes acuáticos las caídas y los golpes son imposibles. Resultan beneficiosos para los problemas óseos y la retinopatía. Aunado a esto no causan gran impacto en las articulaciones.
Por otra parte, son actividades bastante complejas porque permiten poner en funcionamiento y estimular absolutamente todos los huesos y músculos del cuerpo.
Este es el motivo por el cual se recomiendan para adultos mayores, personas con problemas de movilidad y para quienes desean ganar masa muscular sin sudar ni hacer grandes esfuerzos.
Mejora la salud en general
Al hacer deportes o actividad física en una piscina, aumenta la vitalidad de las personas y contribuye a mejorar su bienestar psicológico.
No hay nada más relajante que un chapuzón en una piscina y retozar en el agua. Esto relaja los músculos cansados o tensos y despeja la mente porque es una maravillosa manera de desconectar (al menos por un rato) de los problemas y agobios cotidianos.
Los movimientos bajo el agua ejercen presión sobre el cuerpo, lo que mejora la circulación, fortalece los músculos, los huesos y favorece al drenaje linfático (liberación de toxinas) y el sistema inmunológico.
Es una excelente actividad para divertirse
Aunque no lo parezca, el compartir con amigos y familiares en una piscina permite a grandes y chicos tener un momento de relax que favorece al cuerpo (por todo lo anteriormente mencionado), pero también ayuda a conservar una buena salud mental.
Al estar en una piscina y practicar un deporte acuático o reunirse con la familia y los amigos (aún más si hay niños) se favorecen las relaciones sociales y los nexos afectivos y esto impacta de manera positiva en la psique.
Es decir, la diversión en una piscina no solo favorece la salud física y mental, sino que ayuda a la conexión social con otras personas y esto también repercute positivamente en la salud de niños y adultos.
Tener una piscina en casa no solo es una manera maravillosa de invertir en la propiedad que gana rango en el mercado inmobiliario, sino que también es una forma de mantener a la familia unida a la vez que se practican ejercicios beneficiosos.