Llega un momento en el que una casa se queda anticuada y tenemos que saber modernizarla para que no parezca sacada de otra época, es entonces cuando debemos intentar modernizarla. Si tienes poco presupuesto y una de tus apuestas es la de cambiar el suelo, ¡tenemos la solución para ti! Apuesta por suelos vinílicos: son baratos, los puedes poner tú mismo, y lo mejor de todo: ¡no necesita de obra! Con un día de mangas arremangadas y esfuerzo, puedes conseguir que el suelo de tu casa parezca completamente nuevo.
Suelos vinílicos, ¿qué son?
Para aquellos que nunca hayáis oído hablar de ellos, tenéis que saber que los suelos vinílicos son unas losetas autoadhesivas que se enganchan al suelo original sin complicaciones. Como si de una pegatina se tratara, solo tenemos que retirar de la lámina el papel de la cara interna, colocando la loseta sobre la superficie del suelo. Las láminas adhesivas se enganchan una al lado de la otra, creando un aspecto homogéneo similar al que podemos obtener con el parqué.
¿Cómo es la instalación del suelo vinílico?
La instalación de los suelos vinílicos es sumamente sencilla, como ya hemos dicho, en un sólo día podrás tener un suelo nuevo si trabajas de forma eficiente. Para instalar el suelo vinilico solo tendrás que pasar la aspiradora sobre tu suelo antiguo, decidir en qué posición queremos colocar las lamas (perpendicular a la puerta o en paralelo), y empezar a engancharlas, ejerciendo presión sobre el centro hasta las puntas. Es importante que coloquemos la zona del corte en los rincones, que es donde se verán menos. Una vez tengamos toda la habitación, parecerá que nuestro suelo es completamente nuevo.
¿Cómo ayuda el suelo vinílico en la decoración?
Los suelos vinilicos son una oportunidad maravillosa para decorar nuestra habitación sin gastarnos mucho dinero. Dependiendo el ambiente que queramos conseguir podemos optar por un suelo u otro, desde madera, cerámica hasta acabados con texturas, apostar por suelos vinílicos es una gran idea.