Microcemento, el material de revestimiento que triunfa en el interiorismo

por Rubèn
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El interiorismo sigue experimentando cambios de tendencias e incorporaciones a los estilos de siempre a medida que se crean materiales, diseños y productos nuevos. A veces también la progresión o el paso de una moda a otra vienen con el redescubrimiento de lo antiguo, como hemos podido comprobar con lo que ya conocemos como vintage. En cualquier caso, tanto una cosa como la otra juegan en favor de la decoración y de los usuarios, que encuentran una gama más amplia para elegir aquello que más les gusta.

En el plano de la decoración de interiores, desde hace algunos años ha vuelto a tomar protagonismo un material que, aunque se comenzó a usar allá por la década de los 70 del siglo pasado, no ha gozado de verdadera popularidad hasta nuestros días. Hablamos del microcemento, que vuelve a tomar fuerza entre los interioristas y está reemplazando cada vez más a los materiales y tipos de revestimiento más usados y conocidos hasta el momento. Pero, ¿a qué se debe este éxito? La respuesta a esa pregunta la damos a continuación

¿Por qué microcemento?

En el arte de la decoración, si un material o un producto consiguen ponerse de moda suele deberse a que cumplen con dos criterios fundamentales: su estética es atractiva y presentan más ventajas que inconvenientes. En el caso del microcemento cumple con creces estas dos exigencias, así que nos adentraremos directamente en sus beneficios.

Rango decorativo amplio

El microcemento se trata de un material muy dúctil y manejable, lo que implica que se puede adaptar perfectamente a las exigencias de los compradores. La consecuencia directa es que puede combinar con casi cualquier cosa que tengamos pensada y permite incorporarlo con facilitad a cualquier entorno estético. Todos los colores que pensemos y acabados rugosos, mates o lisos están disponibles. Es un todoterreno.

Fácil limpieza y mantenimiento

Las propiedades y los elementos que componen el microcemento favorecen que tanto su lavado como su mantenimiento sean sencillos y rápidos. Cualquier producto con PH neutro como los desinfectantes de baño, desengrasantes de cocina o friegasuelos corrientes será válido y suficiente para mantener nuestro microcemento como recién puesto. Un trapo con agua caliente y algo de jabón también es una buena alternativa. Deben evitarse otros productos más invasivos y potentes como la lejía o sus derivados. Además, no crea ni fisuras, ni juntas ni separaciones, lo que evita la acumulación de suciedad de difícil acceso.

Instalación sencilla y directa

Otro de los beneficios de usar microcemento para nuestra decoración interior es que su instalación es realmente ligera y fácil. La obra que requiere es mínima, por lo que en el caso de una reforma, ni siquiera supondrá una gran molestia. Ni escombros ni lentitud. Este material tiene la capacidad de adherirse a otros materiales, por lo que no es necesario retirar el material que tengamos en el suelo o en la pared para colocar el microcemento. Gracias a esta propiedad, la instalación puede quedar completada en una jornada.

Precio asequible

Cómo no, el coste accesible del microcemento es otro de sus éxitos. Frente al encarecimiento de otros materiales de revestimiento como el mármol o la madera, éste maneja un rango de precios bastante económico. Actualmente, la oscilación va desde los 60 hasta los 100 € el metro cuadrado, que dependerá de las características del tipo que elegimos, el lugar de instalación y algunos factores técnicos. En cualquier caso, es uno de los materiales de revestimiento más baratos del mercado en estos momentos.

Respetuoso con el medio ambiente

Aunque no lo parezca, el microcemento es uno de los materiales más ecológicos que podemos encontrar. Gracias a su composición, admite un alto porcentaje de elementos reciclados, por lo que no requiere una inversión exagerada de materia prima, como sí ocurre en otros materiales de revestimiento.

Usos del microcemento

Como bien apuntábamos en las ventajas, el microcemento es un material moldeable, dúctil y ligero, por lo que su capacidad de adaptación a superficies y entornos es extraordinaria. Gracias a esta propiedad resulta una excelente alternativa decorativa para suelos y paredes, creando una sensación minimalista e industrial que está muy presente en los estilos modernos. Tanto las escalas de grises como los tonos blancos triunfan gracias a su sensación de amplitud y calidez.

Baños, salones y cocinas son las habitaciones en las que mejor podemos integrar el microcemento, creando espacios abiertos y modernos con un material resistente al desgaste, la humedad y la luz. Además, también se puede usar para hacer muebles como encimeras, estanterías, bañeras o lavabos, lo que permite crear un entorno común con un mismo material al que podremos dar formas distintas, colores distintos y acabados distintos, pero igual al fin y al cabo y capaz de crear un conjunto decorativo armónico. Para los exteriores, los alrededores de piscinas, las paredes de la fachada o los suelos de las terrazas también son lugares muy recomendados para lucir este peculiar revestimiento.

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