Encontrar un lugar para alquilar o tener en propiedad es una gran parte de la vida, y encontrar el lugar perfecto para hacerlo puede marcar la diferencia. Pero con el alquiler, una de las primeras preguntas a las que te puedes enfrentar es cómo hacer que los procesos de alquiler, como las renovaciones de contratos, sean lo más intuitivos y sencillos posible.
La renovación de un contrato de alquiler puede ser un momento difícil tanto para los propietarios como para los inquilinos. Con la cambiante normativa, estar al día de las últimas leyes y directrices puede ayudarte a asegurarte de que sigues el procedimiento correcto y de que tus inquilinos están lo más satisfechos posible. Si quieres saber más al respecto, vea aquí más ventajas de ser propietario de un piso que pones en alquiler.
Ventajas del alquiler
Cuando se trata de encontrar el lugar perfecto, alquilar en lugar de comprar tiene muchas ventajas. Alquilar proporciona flexibilidad en cuanto a la ubicación, permite a los inquilinos ahorrar para el pago inicial de una vivienda y es más asequible para quienes no tienen una fianza que dar.
Alquilar también facilita las cosas a quienes llevan un estilo de vida transitorio, ya que puedes mudarte a un lugar nuevo sin estar atado a la misma dirección durante un tiempo considerable. Además, cuando alquilas, no tienes que preocuparte del mantenimiento de la vivienda, ya que es responsabilidad del propietario.
Ventajas de ser propietario
Para los propietarios, los contratos de alquiler proporcionan ingresos estables y la posibilidad de mantener el control sobre la propiedad. Los contratos de alquiler también proporcionan seguridad, ya que el inquilino debe pagar el alquiler puntualmente cada mes, incluso en tiempos difíciles.
Además, los contratos de alquiler ayudan a proteger a los propietarios en caso de que ocurra algo inesperado con el inquilino, como que no pague el alquiler o abandone la propiedad.
Renovación de los contratos de alquiler
Cuando se trata de renovar los contratos de alquiler, es importante asegurarse de que se siguen los protocolos y procedimientos correctos. Según el Real Decreto de Medidas Urgentes en materia de Vivienda y Alquiler, que entró en vigor en diciembre de 2018, los contratos de alquiler pueden renovarse automáticamente hasta cinco años, o siete en el caso de arrendatarios que sean personas jurídicas.
Si los arrendadores necesitan la vivienda de alquiler para sí mismos o para un familiar, deben notificar al inquilino con al menos dos meses de antelación. En los tres meses siguientes al desalojo del inquilino, el propietario debe ocupar él mismo la vivienda.
Hacer que las renovaciones de contrato sean amistosas
Aunque el protocolo puede variar según la región, cuando se trata de hacer que las renovaciones sean amistosas, los propietarios deben ser considerados, respetuosos y coherentes en su comunicación.
Es importante comunicar cuándo cambian el alquiler u otros gastos, o cuándo finaliza el contrato. Los propietarios también deben avisar con una antelación razonable cuándo van a inspeccionar la vivienda para asegurarse de que el inquilino se siente respetado y no se aprovechan de él.
Además, los propietarios deben esforzarse por dar a los inquilinos opciones razonables en caso de que no puedan o no quieran renovar el contrato. Si el inquilino no renueva por motivos económicos, el propietario podría darle la opción de buscar un compañero de piso que le ayude con el alquiler o proporcionarle otras soluciones.
Hacer que el pago de la fianza sea amigable
Cuando se trata de alquileres, los caseros deben ser conscientes del pago de la fianza cuando finaliza el contrato de un inquilino. Por lo general, esta cantidad debe devolverse al inquilino, a menos que el propietario deba pagar daños, alquileres impagos u otros gastos cuando el inquilino se marche.
Si existen atrasos, el inquilino debe preocuparse primero por el alquiler impago antes de pagar el alquiler actual. Los programas de ayuda financiera locales también pueden ayudar con el alquiler futuro.
Facilitar las renovaciones de contrato
A la hora de renovar los contratos de alquiler, los propietarios deben hablar con sus inquilinos y llegar a un acuerdo que funcione para ambas partes. Para facilitar este proceso, los propietarios deben considerar la posibilidad de ofrecer incentivos a sus inquilinos para que se queden, como no aumentar el alquiler el año siguiente, o realizar mejoras en la propiedad.
Los propietarios también pueden ofrecer planes de pago o incentivos para que los inquilinos paguen el alquiler puntualmente, o incluso renunciar a los recargos por demora. Estos pequeños gestos pueden hacer que los contratos de alquiler sean más amistosos e incluso pueden ayudar a retener a los inquilinos.
En resumidas cuentas
La renovación de los contratos de alquiler suele ser un momento difícil tanto para los propietarios como para los inquilinos. Siguiendo los protocolos adecuados, comprendiendo las leyes más recientes y haciendo que el proceso de renovación sea lo más amistoso posible, tanto propietarios como inquilinos pueden llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes.
Entendiendo las ventajas de alquilar y de ser propietario, comprendiendo los protocolos y procedimientos de renovación de los contratos de alquiler y haciendo que los procesos de renovación sean lo más amistosos posible, propietarios e inquilinos pueden crear experiencias de alquiler más amistosas que beneficien a todas las partes.