A la hora de enfrentarnos a una reforma solemos comenzar buscando inspiración: ojeamos el medio digital, cotilleamos algunas revistas de decoración e imaginamos el baño de nuestros sueños.
La imaginación no tiene límites y las posibilidades en una reforma de baño tampoco: podemos elegir formas y tamaños del lavabo, la disposición y el estilo de la grifería, el volumen de la bañera, las medidas del plato de ducha, etc.
Y esto sin meternos en el terreno del diseño: ¿qué colores utilizaré? ¿qué tipo de revestimiento pondré en las paredes? ¿por cuál de los materiales me decidiré?
No entres en pánico, si no sabes qué hacer, sigue leyendo y conocerás algunos consejos para tu reforma.
¿Por dónde empiezo la reforma?
Teniendo en cuenta todo lo anterior es probable que nos montemos un lío intentando visualizar nuestro futuro baño. Por eso, es recomendable consultar con un especialista del sector. Un buen equipo de reformas podrá orientarnos en la decisión.
Incluso hay profesionales de reformas de baños en Vigo que te ofrecen la posibilidad de ver el resultado antes de comenzar la reforma a través de una infografía 3D.
¿Cómo decido mi elección?
Lo primero en lo que tenemos que pensar es en nuestras necesidades. ¿Cómo necesito que sea mi baño?
Pensemos en algunas cuestiones para la funcionalidad del cuarto de baño: el número de personas que vive en el hogar, si utilizará el espacio una persona con movilidad reducida, etc. Esto nos ayudará a la hora de decidir algunos de los detalles del diseño.
Es imprescindible tener claras nuestras exigencias: aquello de lo que no podemos prescindir y que priorizaremos incluso por encima del estilo. Ante todo, el espacio tiene que ser funcional.
Tendremos que elegir piezas de alguna marca, como por ejemplo del catálogo roca, uno de los distribuidores más conocidos en cuanto a baños se refiere.
Poco a poco, iremos definiendo cada vez más el estilo que se ajusta a nosotros hasta decantarnos por un baño moderno o por un estilo más conservador.
Detalles decorativos: un valor diferencial
Podemos decantarnos por dar toques de color a la habitación colocando unas toallas vistosas o unas piezas de aseo con mucho color.
O quizás nos decidimos por todo lo contrario y convertimos nuestro baño en un espacio sobrio y delicado.
Es aconsejable que los textiles vayan a juego entre sí para no romper el equilibrio visual. No olvidemos que son elementos decorativos además de funcionales.
También podemos utilizar cestitos de mimbre, por ejemplo, a modo de elemento decorativo y con la función de guardar cosas. Así tendremos todo organizado.
Optar por incluir alguna planta nos aportará un toque diferente. Resulta visualmente llamativo incluir pequeños elementos de la naturaleza en, por ejemplo, alguna estantería o incluso encima de la encimera.
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