En los edificios construidos entre los años 60 y los 90 es común encontrar materiales contaminados con amianto y, aunque esto no sea visible para ti, puede ser muy negativo para tu salud y la de las personas que te rodean. De hecho, hoy en día se procede a la retirada de uralita de forma generalizada, tanto en España como en muchos otros países en todo el mundo. Pero, ¿sabes exactamente por qué es?, ¿es imprescindible llamar a una empresa de retirada de uralita para ello? A continuación, te contamos todo lo que debes saber sobre este tema que puede afectar a tu calidad de vida.
El amianto: qué es y por qué hay que quitarlo
El amianto es un material con excelentes propiedades para emplear en la construcción gracias a su resistencia y su capacidad aislante: todo lo que se pide a la materia prima para hacer edificios, casas o fábricas. Precisamente por sus cualidades, fue empleado de manera generalizada para construir viviendas y todo tipo de espacios desde los años 60 hasta la década de los 90.
En todas estas construcciones es muy fácil ver cubiertas de uralita (una mezcla de amianto con cemento) y también tuberías, maceteros o parkings elaborados con amianto. Por aquel entonces, la creencia más popular era que este material resultaba contaminante en el contacto directo cuando, por ejemplo, se trabajaba en las fábricas. También era común pensar que si se encontraba en buen estado y no presentaba roturas no era peligroso.
Sin embargo, con el paso del tiempo se descubrió que este material no solo causaba grandes problemas a los trabajadores que lidiaban con él a diario, también a las personas que convivían en las casas que estaban fabricadas con amianto en sus estructuras. Finalmente, su uso fue completamente prohibido y se empezó a retirar de las edificaciones antiguas.
Una empresa especializada en la retirada de este material, ¿es imprescindible?
Para quitar el amianto se debe acudir a una empresa de retirada de uralita que esté cualificada para realizar este trabajo de manera profesional y autorizada para ello. En la actualidad hay algunas muy especializadas en este ámbito, como es el caso de Madrid Amianto.
Las fibras del amianto se respiran sin que seamos conscientes de ello y esto puede generar enfermedades muy graves, además, se ha demostrado que se trata de un material altamente cancerígeno. Dada su peligrosidad, es imprescindible que sean los técnicos expertos los que hagan este trabajo siguiendo todas las medidas de seguridad estipuladas para ello. De lo contrario, se puede agravar el problema.
Manipular el amianto sin seguir los protocolos especialmente dispuestos para ello puede generar problemas de salud a los propios trabajadores, pero también a las personas del entorno y a los habitantes del inmueble. Si no se sigue el estándar, estas fibras se pueden dispersar y pueden ser inhaladas por terceras personas de una forma muy peligrosa. Como no se ve ni se siente nada al momento, esto será imposible de detectar. Por ello, no se debe dejar en manos particulares o de profesionales sin cualificación.