¿Cómo lograr el equilibrio en los espacios interiores?

por Rubèn
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Lograr que una vivienda, o un espacio interior cualquiera, sea agradable estéticamente al tiempo que funcional, no es tarea fácil. Introducir reformas en estos casos puede convertirse en un quebradero de cabeza si no sabemos bien qué idea queremos plasmar, hacia dónde queremos llegar.

Hay que tener en cuenta que, una vez realizada la reforma y diseñado el espacio interior, lo ideal es que se mantenga así por un tiempo suficiente, al menos unos años. Esto obliga, por tanto, a tener en cuenta los deseos actuales y las necesidades a futuro.

Los interioristas, y en buena medida también los arquitectos, pueden ofrecer recomendaciones sobre cómo afrontar estos procesos. Hoy en Inspira Hogar nos centramos en un elemento esencial, el mobiliario.

¿Cómo amueblar la vivienda sin ser un experto conocedor de esta materia?

La labor de un interiorista pasa por conocer cuáles son las tendencias actuales en diseños de interior, así como los estilos clásicos que permiten dotar a un hogar, una estancia cualquiera o incluso zonas de exterior de altos niveles de estética y creatividad. Esto siempre va ligado a una premisa básica, la funcionalidad y el pragmatismo.

De nada sirve que un espacio sea muy agradable visualmente si es inhabitable. Teniendo este aspecto cubierto, nuestra recomendación es que acudas a revistas o portales especializados en decoración de interiores, donde aparecerán las principales tendencias del momento.

A partir de ahí, y siempre con la ayuda de profesionales, aprende a combinar colores. Manejar los muebles en una paleta de colores ajustada a cada estancia hace que el hogar emita distintas sensaciones, respire de un modo diferente en función del lugar en el que estemos.

La norma clásica es buscar colores fríos e impersonales para espacios como el baño o incluso la cocina, y apostar por tonos más cálidos en el salón o los dormitorios. No obstante, la decisión depende de cada persona o de cada familia, y lo importante es que el conjunto quede equilibrado y agradable.

A partir de ahí, el estilo puede marcar unas líneas maestras. Así, no utilizarás los mismos muebles si buscas un ambiente rústico que si persigues un estilo más minimalista o una decoración más moderna.

Visualiza cada espacio con los muebles que tienes en mente y, antes de hacer tus compras, imagina cómo se vería cada espacio. En este punto, presta mucha atención a la versatilidad y la comodidad del mobiliario, los tamaños, el aspecto presupuestario y la posibilidad de incluir muebles y accesorios diseñados a medida.

¿Qué sucede con las oficinas y los espacios de trabajo?

Las recomendaciones anteriores son válidas para cualquier tipo de espacio interior. Pero si lo que pretendemos decorar es una oficina, hay algunos matices que cambian. El primero es el del propio mobiliario, pues existe una propia categoría dentro de esta industria dedicada únicamente a estos espacios de trabajo.

Nuevamente, aquí no solo hay un límite a la creatividad y la imaginación, y es la funcionalidad. No obstante, en este caso al hablar de funcionalidad hay que poner el foco en elementos que sean cómodos, prácticos y ergonómicos.

Si quieres que tu oficina luzca como un buen lugar para trabajar, que inspire buena onda pero que al mismo tiempo sea productivo, deberás escoger los elementos adecuados. Las mesas redondas y de gran tamaño son solo válidas si trabajas en equipo, con reuniones constantes. Pero si solo ocupas tu el despacho o el área de trabajo, es mejor optar por un escritorio rectangular.

En cuanto a los colores, la opción más común es seleccionar tonos que sean neutros, para no afectar a la calidad en el trabajo. Por otra parte, es esencial que este espacio esté bien iluminado, y a ser posible con suficiente luz solar.

Para terminar con las oficinas, ten siempre en mente que son espacios en los que vas a pasar muchas horas, luego convendrá diseñarlos de tal modo que no vayas a cansarte visualmente de la disposición de los muebles o la selección de accesorios.

El problema del espacio

Otro de los asuntos más relevantes a la hora de diseñar un espacio interior son sus dimensiones, el tamaño disponible. Muy a menudo, interioristas, empresas de reformas, arquitectos y las propias familias se encuentra con la aventura de tener que sacar el máximo provecho posible a una estancia en las que apenas hay hueco.

La solución en estos casos radica en echar mano de muebles a medida, o bien elementos que tengan una doble función, para no generar una mayor sensación de agobio y limitación visual. En el aspecto decorativo podemos acudir a colores que amplíen esa idea de espacio, que no provoquen sensación de ansiedad.

Son muy desaconsejables los tonos más intensos y oscuros. La luz natural también puede colaborar mucho en este objetivo. Hasta podrías incluir espejos que redirijan los rayos de luz hacia las zonas que quedan más apagadas.

La funcionalidad no debe estar reñida con el estilo y los condicionantes estéticos, pues un espacio que sea agradable visualmente acaba siendo más productivo y relajante. Y esto, al final, se traduce en una mejora sustancial en la calidad de vida.

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